As Relações entre os Bantus e os Bakas

Los baka y los bantú son dos etnias muy diferentes condenadas a vivir juntas. De estas relaciones surge una de las problemáticas más graves a la que se enfrenta el pueblo baka, la marginación y el maltrato.

El pueblo baka es una de las poblaciones más desfavorecidas de África Subsahariana. Esta etnia pigmea sobrevive gracias a la selva. Hasta no hace mucho, era una comunidad nómada que vivía de la pesca, la caza y la recolección de frutos silvestres. Hoy en día, se han visto obligados a abandonar sus campamentos y asentarse en los márgenes de las carreteras, como consecuencia de la deforestación y la preservación de las áreas protegidas.

Se organizan en grupos pequeños, donde existe un líder que aconseja al resto. Sin embargo, cada individuo es libre de tomar sus propias decisiones y oficialmente no existe ninguna estructura jerárquica. El respeto y la autonomía personal son los dos valores primordiales dentro de la comunidad.

Actualmente, siguen desarrollando sus actividades de caza y recolección, aunque sus tierras se hayan visto reducidas. Es por esto quetrabajan las tierras de las comunidades bantúes, una de las etnias tribales mayoritarias de Camerún, a cambio de un plato de comida, un sueldo mínimo o, incluso, una dosis de alcohol. Esto ha llevado a las personas baka a encontrarse una situación de semi-esclavitud ante esta etnia mayoritaria.

El no reconocimiento por parte de las instituciones ni de la sociedad.

Uno de los grandes problemas que existe al respecto es que el propio gobierno de Camerún no reconoce a los pueblos pigmeos baka en sus leyes como pueblo indígena, aunque sí los clasifica como tal en la práctica. Se trata de un pueblo marginado, tanto por las autoridades, como por el resto de la población camerunesa. No reciben ayudas, su cultura no es respetada y, mucho menos, se protege su hábitat.

Pero, sin lugar a dudas, la mayor problemática es que, en muchos casos, los pueblos bantúes no han aceptado que el pueblo baka sean seres humanos al mismo nivel. Todo esto ha generado unos altos niveles de racismo y discriminación de los primeros hacia los segundos, que son tratados como ciudadanos y ciudadanas de segunda categoría y se ven en la obligación de trabajar contra su voluntad. Mientras tanto, las principales autoridades del país miran hacia otro lado, haciendo gala de impunidad.

Las trabajadoras y los trabajadores baka se ven obligados a realizar los trabajos más duros bajo riesgo de castigo físico si se niegan. Se han dado casos de flagelación con cables hasta la tortura más terrible. Pero, a pesar de todo ello, la policía insiste en que las relaciones baka-bantú son buenas. Algunos miembros del cuerpo, incluso, declaran que es bueno que los bantúes fuercen a los baka, porque éstos son vagos y se pasan el día consumiendo alcohol y marihuana.

El hecho de que se consideren seres inferiores es un problema de educación. La alfabetización y formación del pueblo baka es fundamental para su empoderamiento e integración en la sociedad camerunesa. Desde fuera son considerados seres vagos y alcohólicos, seguramente por culpa de la mentalidad opresora de los bantúes. El reconocimiento de los derechos y libertades del pueblo baka es posible, pero el cambio requiere mucho tiempo.

El primer paso es el de concienciar a la población camerunesa de que todos son personas en igualdad de condiciones y capacidades. La clave está en la educación. La juventud es quien más acceso tiene a ella y quienes más hablan de derechos y plantan cara. Las relaciones de igualdad, respeto mutuo y colaboración serán las únicas capaces de hacer de la convivencia baka-bantú algo posible.

Texto de Zerca y Lejos

O Direito pela Terra

El pueblo pigmeo es un pueblo que no posee las tierras en las que habita. El reconocimiento de su derecho a la tierra es una de nuestras tareas principales.

En los años 80, las comunidades baka fueron expulsadas de la selva y se quedaron sin sus principales medios de vida. Se asentaron en territorios al lado de los pueblos bantúes, a pesar de que el Gobierno camerunés les cedió algunas tierras. El principal problema fue que las personas baka no sabían trabajarlas y por este motivo se aprovecharon de ellas, sometiéndolos de manera infrahumana, casi como mano de obra esclava.

La comunidad pigmea se enfrenta, desde hace cuatro décadas, a una doble problemática: la inadecuación de técnicas y herramientas para labrar la tierra, y la difícil relación baka-bantú. A esto se suma que, en la actualidad, muchas de las tierras de Camerún están catalogadas como reserva natural.

Desde Zerca y Lejos trabajamos día a día para poder establecer qué tierras pertenecían históricamente a los pueblos baka, cuáles son de propiedad privada y cuáles se consideran reserva natural. El objetivo que se persigue es recuperar las tierras pigmeas y poder dotar a la población de los mecanismos y técnicas suficientes para poder trabajarlas, sin depender de otras etnias.

Según el Centro para el Medio Ambiente y el Desarrollo, entre 2005 y 2012, la demanda de tierra por parte de monocultivos a gran escala ascendió a dos millones de hectáreas, de los seis millones de hectáreas de tierra cultivables que tiene el país. Entre los monocultivos industriales que más se producen se encuentran los de árboles de caucho y los árboles de palma aceitera. La propiedad privada, sumada a la construcción de infraestructuras, como presas, ferrocarriles o puertos de agua, ponen en riesgo las tierras cultivables por la población autóctona y, por ende, la soberanía alimentaria.

El derecho a la tierra de los pequeños productores rurales se encuentra en una frágil situación. Desde Zerca y Lejos trabajamos para defender y promover ese derecho. Dentro del derecho a la tierra, las mujeres cumplen un papel fundamental, ya que muchas de ellas son quienes se encargan de trabajarlas a pequeña escala. En Camerún, las mujeres son responsables de la producción de 60-80% de los alimentos, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

En Camerún existe un problema soberbio de nomenclatura y discriminación racial. Mientras que en la comunidad internacional los pueblos pigmeos están reconocidos como población indígena, dentro del propio país los pigmeos son comunidades marginadas que no se reconocen en muchos casos, ni siquiera como seres humanos. Aquí reside el fuerte racismo nacional hacia estos pueblos pigmeos.

La propiedad privada de la tierra de Camerún reside en manos de multinacionales y del pueblo bantú. Los pueblos pigmeos trabajan bajo las órdenes de éstos en condiciones que atentan contra sus derechos fundamentales.

Hoy en día hay unas 451 millones de hectáreas, a nivel mundial, que son propiedad de comunidades indígenas o están administradas por estas comunidades, con autorización del Estado. Esto se traduce en tan sólo el 31% de la tierra cultivable mundial. La democratización planetaria y la conciencia sobre problemas medioambientales han favorecido este creciente reconocimiento del derecho indígena, pero no es suficiente. Es necesaria la incesante actuación del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, para solventar los problemas de la sociedad civil indígena respecto a la tierra y proteger a los grupos minoritarios, como el pueblo baka.

Es necesario que el Estado camerunés tome urgentemente medidas para proteger y fortalecer el derecho a la tierra de los pueblos indígenas:

  • Recoger en la legislación el derecho de los pueblos indígenas a poseer, usar, desarrollar y controlar sus tierras, territorios y recursos.
  • Tomar en consideración a los pueblos indígenas afectados y coopere con ellos a través de sus propias instituciones representativas, antes de aprobar cualquier proyecto que pueda afectar a sus tierras, especialmente en lo que se refiere al desarrollo, uso o explotación de minerales, agua o cualquier otro tipo de recurso natural.
  • Garantizar a los pueblos indígenas una compensación justa y equitativa por cualquier tierra, territorio o recurso que les haya pertenecido o hayan ocupado o usado tradicionalmente y haya sido confiscado, tomado, ocupado, explotado o degradado sin su consentimiento fundamentado previo y libre.
  • Asegurar que el procedimiento legal para registrar un terreno respete debidamente las costumbres, tradiciones y sistemas de propiedad de la tierra de los pueblos indígenas interesados sin ningún tipo de discriminación racial.
  • Proteger a los pueblos indígenas frente a cualquier ataque contra su integridad física o mental.

Texto de Zerca y Lejos

Desflorestação e a Destruição da Floresta

Los pueblos pigmeos viven en la selva del África central desde hace milenios. En las últimas décadas, sus tierras se han visto gravemente afectadas, entre otras cosas, por la tala masiva de árboles. La deforestación y la expansión de zonas protegidas han puesto en peligro el fuerte vínculo de los pueblos con la selva, su cultura y su subsistencia.

Existen diferentes pueblos pigmeos, como los Twas, los Bakas o los Mbutis. Cada uno de ellos cuenta con su propia lengua, cultura y costumbres. Edjengui, el espíritu del bosque, es una de las pocas palabras comunes a todos ellos. La selva es el hogar espiritual y físico de la comunidad, y fuente de su religión e identidad cultural. La subsistencia pigmea depende de la caza y de la recolección de productos del bosque, como la miel silvestre, y el intercambio de productos con las sociedades sedentarias de la zona. Sin embargo, las actividades recolectoras se han visto afectadas por la tala excesiva y esto ha provocado la pérdida de las tierras, niveles extremos de pobreza y el reasentamiento de los pueblos.

La mayor parte del territorio pigmeo es rico en madera y minerales. Actualmente, existe una competición muy fuerte entre empresas madereras y ecologistas para hacerse con la propiedad de la selva. Sin embargo, en esta lucha territorial, no se han tenido en cuenta los derechos y necesidades de la comunidad. En muchas ocasiones, los pueblos se ven engañados por las empresas para entregar sus derechos territoriales. Esto implica la pérdida, no sólo del terreno, sino también de su herencia cultural, sus medios de subsistencia y la seguridad alimentaria. El impacto negativo resultante es devastador para las personas, las condiciones de la biosfera y el clima.

Uno de los mayores problemas de la deforestación en Camerún es que se lleva a cabo sin el consentimiento de los habitantes de la selva, los pigmeos baka. Existen empresas madereras que talan árboles en una extensión de tierra mayor de la que permite la propia legislación camerunesa. A esto hay que unir también, en muchos casos, la exportación ilegal de maderas exóticas. La principal problemática es que el propio gobierno de Camerún otorga concesiones a las empresas para que destrocen la selva y conseguir troncos que luego son transportados.

Además de la tala ilegal, estas empresas operan imponiendo condiciones de trabajo muy duras y con sueldos bajos. De esta manera, la selva tradicional está desapareciendo, condenando a las poblaciones que la habitan y dependen de ella a la ruina. También hay que sumar el interés de la industria farmacéutica por el valor medicinal de los árboles de Camerún. En definitiva, los intereses económicos de los poderosos del país están matando uno de los espacios naturales más importantes de la zona.

A diferencia de las empresas con ánimo de lucro, los pigmeos establecen un vínculo de dependencia con los árboles de la selva. Éstos les proporcionan frutas, alimentos, aceite, miel y medicinas naturales. Incluso, los pigmeos utilizan los troncos de los árboles para camuflarse en las actividades de caza.

Pero la deforestación no es el único problema que está afectando a la vida cotidiana de los pigmeos, sino que también lo hacen las condiciones climáticas. Las comunidades reclaman que sus derechos sobre la selva sean respetados por encima de todo. Y es que el cambio climático ya está afectado a las condiciones de la tierra. Uno de los planes internacionales sobre cambio climático es el programa REDD, que tiene como objetivo ayudar a proteger los bosques y a las comunidades, haciendo partícipe a los pueblos afectados y teniendo en cuenta sus derechos territoriales.

Texto de Zerca y Lejos

Etnia Baka

La etnia pigmea baka es una de las más desfavorecidas del África Subsahariana

Los pigmeos y pigmeas baka han nacido de la selva, hombres y mujeres que siempre han formado parte de ella. Esta etnia pigmea, hasta no hace mucho nómadas que vivían de la pesca, la caza y la recolección, se han visto obligados a abandonarla y a asentarse a los márgenes de la carretera, en tierras que les son ajenas.

La deforestación provocada por las industrias de explotación forestal y minera así como la preservación de las áreas protegidas forzó a los pigmeos mediados de siglo a la sedentarización como única alternativa de subsistencia al no poder continuar con su forma tradicional de vida. Actualmente se asientan en terrenos dominados por otras etnias mayoritarias, que aprovechan esta situación para emplearles como mano de obra barata, en condiciones que en ocasiones rozan la esclavitud.

La situación actual de esta etnia pigmea es de extrema urgencia. Viven suspendidos entre un pasado al que no es posible volver y un presente en un contexto en el que se sienten fuera de lugar.

¿Dónde viven las comunidades pigmeas baka?

Según el Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas, alrededor de 60.000 miembros se reparten entre la República Democrática del Congo, el norte de Gabón y la República Centroafricana, y 5.000 personas pertenecientes a estas comunidades se encuentran en el sur de las selvas de Camerún. Sin embargo, en este país no existe un censo oficial sobre la población pigmea ni tienen una representación en el gobierno nacional ni en los gobiernos regionales y locales.

¿Cómo es la tradición cultural pigmea?

Durante generaciones han desarrollado sus propios métodos para vivir en armonía con la selva, a la que conceden un carácter divino. No se limitan a vivir en la selva, sino que son parte de ella. Por eso la cuidan y la conservan. La jungla les proporciona todo lo necesario para vivir y no conciben conceptos como acumular o almacenar.

Se organizan en grupos pequeños, con matrimonios monógamos y familias nucleares abiertas, donde los niños y niñas son libres y se desarrollan de forma autónoma y los ancianos, por su sabiduría, son la autoridad. Los jefes de los grupos pigmeos tienen la misión de aconsejar y acompañar a su pueblo, pero cada individuo es libre de tomar sus propias decisiones. En la cultura pigmea no existe una estructura jerárquica y se profesa un gran respeto por la autonomía personal.

Su sociedad tradicional es muy igualitaria, se valora el conocimiento y la pericia, pero esto tampoco concede autoridad sobre el resto de los individuos. Hombres y mujeres tienen dividido el trabajo, pero no existe una superioridad del hombre sobre la mujer ni una dependencia de ésta.

En cada pueblo conviven entre 15 y 20 familias de cuatro miembros cada una. Viven en mongulus, chozas construidas con hojas y troncos de palmera de una sola puerta por donde entra la única fuente de luz natural, de una sola habitación donde hace la vida toda la familia

Este modo de vida es muy distinto al de sus vecinos, los pueblos bantúes, sedentarios y que dominan la sociedad y la economía en el sur de Camerún e imponen las normas de convivencia. Muchas personas de la etnia bantú no reconocen a las personas pigmeas como seres humanos, lo que las hace víctimas de todo tipo de violaciones de sus derechos.

Un pigmeo ama a su selva como ama a su propio cuerpo. Refrán Mbendjele

¿Cuál es la situación actual de los pueblos pigmeos baka?

En la actualidad continúan dedicándose a la recolección, pero la actividad de caza se ha visto reducida a animales pequeños ya que está considerada una práctica ilegal por el gobierno como medida para proteger las reservas naturales. Por ello, trabajan las tierras de las comunidades bantú, a cambio de un sueldo mínimo o un plato de comida o una dosis de alcohol. En los últimos años se ha establecido una relación de jerarquía que les relega a una situación de semiesclavitud con esta otra etnia, quienes a menudo se aprovechan de su candidez y de su desconocimiento de sus derechos.

El Gobierno de Camerún reconoce en sus leyes a estos pueblos como marginados, y aunque no les otorgue a nivel legislativo el estatus de pueblos indígenas, en la práctica si les clasifica como tales. Sin embargo, la falta de un censo oficial sobre la población pigmea imposibilita su representación en el gobierno nacional o en los gobiernos regionales. No existen medidas concretas para salvar su cultura y su hábitat, las personas pigmeas no reciben ayudas específicas ni son indemnizados por el uso de sus tierras, siendo en la mayoría de las ocasiones despreciadas y discriminadas.

Texto de Zerca e Lejos.

Exposição Nômade – Paulo Chavonga

O artista Paulo Chavonga reflete em suas obras sobre a vida dos imigrantes africanos que residem na cidade de São Paulo, como gesto de esperança um ato de coragem e desejo de diálogo, através de uma memória visual sobre a África e seus povos, estimulando a vivência dos imigrantes africanos na dinâmica cultural da cidade.

Nascido em Benguela, Angola, residente em São Paulo há apenas 12 meses, vive a experiência de um jovem estrangeiro longe de sua família, em terras estranhas; experiência constituída a partir de um corpo-território, que é caracterizado por uma identidade imigrante-refugiado de partes múltiplas do continente africano. Todo dia é um aprendizado, em São Paulo, quem sou? Talvez uma gota num mar de artistas,  trabalhadores e desempregados. Sou mais um ser humano a procura de realizar sonhos em meio à multidão de brasileiros, pintor de rua, nas grandes avenidas e nas estreitas vielas dos bairros periféricos. Sou NÔMADE. 

Em 2018, é contemplado pelo prêmio VAI da prefeitura de São Paulo e participa de duas exposições na Galeria Olido, sendo uma coletiva e a outra individual.

Artista angolano que foi contemplado pelo programa VAI 2018 fará exposição individual na Galeria Olido em São Paulo.

Quando: de 17 de outubro à 11 de novembro – das 9h00 às 20h00
Onde: Av. São João 473

 

 

Já Ouviu Falar das Poltronas Yorubá?

A poltrona Yorubá é um tipo de cadeira tradicionalmente usada por reis e rainhas da tribo Yoruba da África Ocidental. Feitas à mão, todas têm uma moldura de madeira e o estofamento consiste em milhares de minúsculas miçangas bordadas ou coladas sobre um tecido de revestimento protetor e cada uma delas leva 3 meses para ficar pronta.

Os desenhos florais e símbolos denotam riqueza, poder, força e sabedoria e a repetição dos padrões significa a interconexão da vida e o equilíbrio necessário para sustentá-la.

Lindo, não? Uma obra de arte com uma fascinante história por trás. Confira os modelos disponíveis em nossa loja on-line!

Juju Hat ou Chápeu de Lyn

Há centenas de anos as tribos Bamileke criaram os chapéus JUJU ou de Tyn para seus chefes tribais e famílias reais usarem durante as cerimônias, eles são muitas vezes usados junto com uma máscara de elefante, que denota riqueza e poder a seus portadores. A tribo Bamileke era originalmente de uma área ao sul dos Camarões conhecido como Mbam. Hoje a população é de cerca de 8 milhões de pessoas e deslocou-se para a savana ocidental da República dos Camarões. A tribo cultua um deus supremo e seus antepassados e é regida por um chefe da aldeia e apoiada por um conselho de anciãos.

Os chapéus Juju têm grande importância principalmente nas cerimônias funerárias, pois quando um ancião morre, o chapéu é passado para o próximo da fila, para que ele possa herdar a riqueza e a reputação daquele que morreu.

Hoje em dia o chapéu Juju continua sendo usado em Camarões por motivos cerimoniais, mas tornou-se um adorno contemporâneo e colorido para residências, hotéis, bares, restaurantes e todos os tipos de interiores em todo o mundo.

BAKA STUDIO NO THE LOLLA

Living update: African design by Baka Studio

A Alice Buratto, co-founder da Baka Studio, foi assistente da galerista Rosa Barbosa (aka momtem entrevista com ela aqui) e adorava nossas conversas sobre a Africa. Ela sempre viajava para a Africa do Sul e o contato intenso com a cultura virou um business. Junto com seu sócio, que é um designer saudita, ela fundou o Baka Studio que tem um conceito super bacana por trás.

Eles garimpam peças pelo sul da Africa, Oriente Medio e Sul da Asia atrás de produtos desenvolvidos por artesões das tribos locais com muita historia e cultura envolvida. E essa rede de business contribue dando incentivo de sustentabilidade às comunidades e disseminam a arte deles em outras culturas e países que eles jamais alcançariam sozinhos.

Eles trabalham a sustentabilidade e a transparência de um jeito bem bacana. Culturalmente, pele e osso é um produto comum de origem africana e os produtos manufaturados trabalham com descartes da indústria de carne de animais que é fonte primária de alimentação da população. Hoje em dia, com a ajuda de programas do governo, as matérias primas são regulamentadas assim como os fornecedores.

Para quem quiser saber mais sobre o business e dar uma olhada nos produtos, o ecommerce deles é esse aqui: bakastudio.com

CONFIRA NA ÍNTEGRA: https://www.thelolla.com/blog/living-update-african-design-baka-studio

Design para Todos

Texto de texto Ethel Leon

Fotos de  daniel ducci, dulla e divulgação / retrato: alice hattor

In: Revista Bamboo

Longe de uma biografia chapa branca, novo livro sobre michel arnoult, com organização de ethel leon, investiga aspectos que vão muito além do desenho dos inúmeros móveis que ele criou.

É muito fácil perder a medida quando escrevemos sobre alguém que admiramos. Esse era o grande perigo do livro Michel Arnoult: Design e Utopia, recém-lançado pelas Edições SESC e organizado por mim. O fantasma da biografia celebrativa rondou a produção do volume, que teve início há mais de sete anos.

Foi assim: Annick Arnoult, filha de Michel, me procurou com a ideia de fazer um livro e um vídeo sobre o pai, que morrera em 2005. Eu já escrevera sobre Arnoult (ele é tema de um dos capítulos de meu livro Memórias do Design Brasileiro) e era fã de seu trabalho. Acompanhava Annick a professora da FAU-USP Yvonne Mautner, que já realizara um filme com Michel sobre design e produção de móveis.

Esta era a praia do francês Michel Arnoult: fazer móveis de madeira. Nascido em 1922, teve como primeiro trabalho um cargo administrativo em uma fábrica alemã de berços durante a Segunda Guerra Mundial – ele preferiu tornar-se mão de obra no serviço de trabalho obrigatório instituído pelos nazistas do que ir para o front.

Finda a guerra, Arnoult cursou a escola parisiense Camondo, de artes aplicadas, estagiou com o designer Marcel Gascoin e partiu para a América Latina.

Ele passou um ano no México, outro na Venezuela e se preparava para voltar à Europa quando desembarcou no Rio de Janeiro em abril de 1950 com o intuito de conhecer a obra de Niemeyer.

Foi fácil não apenas conhecer o já famoso arquiteto como ganhar quase de imediato um emprego em seu escritório. Arnoult cursou arquitetura na antiga Universidade do Brasil e foi ficando por aqui. Sua grande vontade era fazer móveis e, ainda estudante, ele se associou ao escocês Norman Westwater. Os dois jovens desenhavam móveis fabricados por marceneiros de Curitiba e revendidos para os colegas, em fase de montar residência própria.

Foi assim que nasceu a Mobília Contemporânea, empresa que marcou época com móveis de madeira leves, muitos deles modulares, dirigidos aos jovens. A empresa se estruturava nos anos em que Juscelino Kubitschek avançava a industrialização brasileira e que marcaram a implantação de uma sociedade de consumo.

Já nos anos 1960, os móveis destinados aos apartamentos das novas classes médias urbanas passaram a ser vendidos desmontados, em caixas, para que os consumidores os finalizassem. Essa foi uma das estratégias de Arnoult para tornar suas peças acessíveis. Em 1963, a empresa lançou a poltrona Ouro Preto, que inovou ao substituir percintas de couro por prosaicos fios de nylon, indicando a leveza e o caráter de serialidade industrial da fabricação.

Design Sustentável

Texto de Alice Buratto

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Pensar em economia criativa para se alcançar um desenvolvimento sustentável é necessariamente desenvolver empreendimentos economicamente viáveis, socialmente justos e ambientalmente corretos. Desse modo, apresenta-se os três pilares da sustentabilidade: o social, o econômico e o ambiental, os quais unidos representam um modelo de desenvolvimento que visa o bem estar do planeta e da sociedade.

Entende-se como socialmente correto um empreendimento  que contribua para a construção de uma sociedade mais equilibrada e o qual diminua as diferenças sociais, havendo uma inclusão das pessoas marginalizadas. Já por economicamente viável tem-se por uma gestão responsável e eficaz dos recursos. Finalmente, ambientalmente correto seria aquele empreendimento que use de forma racional os recursos naturais, priorizando a utilização das energias renováveis, o uso de matérias-primas biodegradáveis, reutilizáveis  e de fácil reciclagem e sem contaminação do meio ambiente.

Desse modo para se empreender dessa maneira faz-se necessário que o empreendedor identifique um desequilíbrio que cause uma exclusão, um sofrimento social, ou uma degradação ambiental; e a partir desta reconheça a oportunidade de atuar nessa ordem vigente, desenvolvendo um projeto para modifica-la, o qual atuará em tal situação e acarretará um novo equilíbrio, agregando valores onde não existia e gerando um desenvolvimento. O empreendedor necessita ter um pensamento inovador e atuar em áreas ainda desconhecidas ou novas, para dar outras respostas e soluções a problemas antigos; antes de mais nada, o empreendedor necessita reconhecer a oportunidade de atuação e acreditar em sua ideia.

Atualmente, a criatividade é tida como uma maneira de agregar valor, diferenciando-se a partir de características intangíveis, características as quais não podem ser transferidas ou copiadas, já que vivemos em um momento em que através da tecnologia tudo se transfere e tudo se copia rapidamente, contudo não o caráter emocional: “Lo que la tecnología todavía no consigue sustituir es la capacidad de crear, las emociones, la cultura, la visión” (HASHIMOTO, in ASSUMPÇÃO). Assim, em meio a esse contexto, tem-se como principal fonte de riqueza a idéa.

A criatividade é um bem imaterial por isso pode ser transmitida e compartilhada de forma gigantesca através das redes de conexão virtual, possibilitando um acesso ao conhecimento proporcionando um desenvolvimento o qual não implica em crescimento. Uma economia baseada na criatividade é inovadora e sustentável; reconhecendo a criatividade como possibilidade de novos modelos de negócios e de reinvenção de modelo econômico de um país, no qual se agrega valor a partir da criatividade da população.

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O DESIGN SUSTÉTÁVEL DO BAKA STUDIO

Desse modo, tendo como princípio a sustentabilidade o Baka Studio é um studio de design e de curadoria o qual percorre diferentes países ao redor do mundo em busca de criatividade, sempre visando o desenvolvimento local e o consumo consciente de matéria-prima, apoioando o re-uso de materiais. Temos como exemplo a liha Industrial Trend, a qual reaproveita materiais encontrados em demolições. Além disso, dá-se como muito importante para nosso estudio o aproveitamento total da matéria, assume, em nossa linha Afrikan Skin, compomos diversos objetos a partir de partes animais que são normalmente descardas. Na África do Sul e Namibia, o consumo da carne de springbok e de zebra é comum e tradicional, dessa maneira há uma gama de peles, chifres e ossos, com os quais podemos criar produtos irreverentes e ecologicamente corretos. 

Junto a isso, nós apoioamos a produção local para que se possa haver um desenvolvimento social e economico da região. Assim, procuramos eximios artesões ao redor mundo, além de produzirmos nossos produtos manualmente em diversas regiões do mundo, pela população local de acordo com a região da matéria prima.

Nossa produção de bolsas e almofadas na Africa do Sul